REVOLUGION

¿Tus planes no funcionaron?

Muchas veces la gente queda muy mal después de haber proyectado algo, que finalmente no le resultó como esperaba, sea un negocio o un ministerio o un matrimonio. Pero déjame decirte que aún tienes esperanzas! ¿Por qué? porque en el principio a Dios tampoco le funcionó su plan! ¿Qué? ¿Cómo así? ¿Eso no es verdad? Claro que sí, es verdad pura, Dios tuvo un plan maestro, con Adán y Eva, pero a primera, no le resultó como Él lo había planeado!

Dios creo los cielos y la tierra, separo las tinieblas de la luz, creo el día y la noche, las aguas y los mares, hizo crecer vegetación, bosques, montañas, toda clase de animales, y concluyó su obra creando al hombre y la mujer. La biblia dice que Dios estaba contento de todo lo que había creado, su plan se veía perfecto y extraordinario, hasta que Adán y Eva comieron del árbol prohibido, y todo se arruinó, ustedes ya conocen el desenlace de la historia.

El plan maestro de Dios no había funcionado, sin embargo, Dios nos entrega una lección EXTRAORDINARIA, Él no renunció a su proyecto, ni tampoco optó por destruirlo todo, sino que desarrollo un plan B “Jesús” que fue todo un éxito, millones de personas consumen de Jesús, hablan de Jesús, reciben a Jesús, viven con Jesús, películas se hacen de Jesús, y aun que hayan pasado más de 2000 años de su venida, Jesús aún sigue vigente y más actual que nunca. ¿Cuál fue la clave del éxito de Dios?

  1. Dios no desesperó, cuando su plan falló

Desesperar en medio de la dificultad, no es bueno, bloquea tus sentidos, tu creatividad y capacidad de pensar bien. La mayor parte de la gente desespera cuando no les ha funcionado un negocio o un ministerio o un matrimonio, y terminan pensando que su vida se acabó. Y es básicamente porque en ese momento ignoran que aún tienes una vida por delante. Cómo dice el dicho “Mientras tengas vida, tienes posibilidades” La clave es no desesperar y entender que hay un mundo de posibilidades aún. Mantenga la tranquilidad, no está todo perdido.

  1. Dios desarrolló un plan B

 

Cuando un plan o proyecto no te funcionó, deja que Dios te inspire un plan B. Y para esto, va ser bueno que te hagas 2 preguntas el ¿Por qué falló el plan? y el ¿Para qué? El por qué, tiene que ver con tu proyecto ¿Por qué falló el plan? Porque seguramente le faltó algo, algo que no se hiso, algo que no se consideró, etc… Ahora el ¿Para qué? Tiene que ver con tu persona. Pregúntale a Dios, ¿Para qué falló el plan? y descubrirás que Dios quiere ayudarte a mejorar tu persona, quizás tu  mentalidad, perseverancia, humildad, relación con Él, tu fe…

Las respuestas al por qué y el para qué, te darán suficiente claridad y poder para desarrollar un Plan B, que sea exitoso. Y Recuerda que con Dios, siempre avanzamos, nunca retrocedemos!

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